«Las palabras de un líder se reflejan en el ejemplo y la virtud de comandar con los más altos valores, especialmente el amor a la patria, demostrando así el compromiso y el fiel cumplimiento de la sagrada misión de defender el suelo sagrado que nuestros padres nos heredaron».
Anónimo
En mi calidad de Brigadier Mayor y en representación del cuerpo de brigadieres y cadetes de la gloriosa Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”, cuna de líderes, me permito poner de manifiesto el compromiso imperecedero de seguir, como una antorcha encendida, la filosofía de servicio a nuestra patria, anteponiendo los más altos sentimientos de virtud y valor.
La Escuela Superior Militar, a través de los señores oficiales superiores y subalternos, ha depositado en mí esta honrosa designación, que el día de hoy ostento y que ha sido el fruto del esfuerzo y trabajo constante demostrado durante estos años de formación en las actividades militares, deportivas y académicas; las cuales servirán para contribuir en la formación de los futuros líderes que integrarán el Ejército del pueblo ecuatoriano.
Hoy me dirijo a ustedes con un profundo sentido de orgullo y responsabilidad al ver en cada uno el reflejo del futuro de nuestras Fuerzas Armadas y de nuestra amada patria, Ecuador.
El camino que hemos iniciado como cadetes de esta noble institución no es sencillo. La disciplina, el sacrificio y la entrega serán sus compañeros más fieles a lo largo de este proceso de formación. No solo estarán adquiriendo conocimientos tácticos, sino también valores y principios que guiarán sus vidas y su carrera profesional. La misión de un oficial no se limita a la estrategia y la táctica; también incluye la construcción de un carácter íntegro y un liderazgo que inspire a otros a amar a su patria como lo estamos haciendo.
Recuerden siempre que la institución a la que pertenecen tiene una rica historia de honor, coraje y dedicación. El nombre de mi General Eloy Alfaro nos recuerda a diario la importancia de la libertad, la justicia y la defensa de la democracia. Ustedes, como futuros oficiales, tienen la gran responsabilidad de ser custodios de esos ideales. No olviden nunca que ser militares no es una simple carrera, sino un compromiso con la patria, con los valores de nuestra sociedad y con las generaciones que vendrán.
Exhorto a que se enfrenten con valentía a los desafíos que tendrán por delante, con la certeza de que la fortaleza del alma y la capacidad para servir con honor y sacrificio son las cualidades que marcarán la diferencia en cada uno de ustedes.
Que cada paso que den en su formación esté acompañado de la reflexión profunda sobre el peso de la responsabilidad que lleva consigo el uniforme y el emblema de nuestras Fuerzas Armadas. Recordemos siempre que la verdadera grandeza de un militar radica en su capacidad para servir a su pueblo, en su compromiso con la paz y en su dedicación incansable por el bienestar de su nación.
Hemos iniciado un viaje sin retorno, que nos llevará a ser líderes en los momentos más difíciles, pero también en los momentos de esperanza. Como cadetes de la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”, estaremos destinados a ser ejemplos de integridad y dedicación, aportando al fortalecimiento de nuestra democracia y a la unidad de nuestro Ecuador.
Con orgullo y confianza, les deseo el mayor de los éxitos en esta noble y trascendental tarea. Que nunca pierdan de vista los ideales por los que luchamos, y que su paso por esta institución sea un reflejo del amor y la entrega por nuestras familias, nuestra sagrada bandera y por Dios Todopoderoso, quien es cúmulo de infinita bondad.